Si buscas trucos para que tu bebé se duerma, ¡sabemos que puede ser frustrante! ¿Llevar a tu bebé a la cama por la noche te pasa factura?
Hay factores que hay que tener en cuenta para que tu hijo se acueste fácilmente con éxito.
En comparación con los adultos, los niños experimentan siempre muchos cambios en su curva de crecimiento. Tales cambios están destinados a alterar la mayoría, si no todos, los aspectos de sus vidas, incluyendo tener un patrón de sueño regular.
Hemos recopilado una lista de 7 trucos para dormir que cualquier padre puede adoptar para tener una rutina de sueño más manejable para su hijo. Ten en cuenta que los niños son diferentes. Esté abierto a probar algunos enfoques que proporcionen al niño un sueño saludable suficiente.
Trucos indoloros para dormir que todos los padres podrían utilizar para llevar a los niños a la cama
1. Regular la temperatura de la habitación
Mantenga una temperatura ambiente fresca y constante en la habitación de su hijo. La temperatura de la habitación de tu hijo contribuye en gran medida a su calidad de sueño. El sobrecalentamiento y el mantenimiento de las temperaturas altas despertarán al pequeño en medio de la noche, babeando de sudor. Las temperaturas extremadamente frías también pueden acarrear complicaciones para la salud.
La temperatura ambiente recomendada para un bebé es de 16 a 20 grados centígrados. Mantenga las ventanas cerradas para evitar las corrientes de aire y programe los temporizadores de los radiadores y calefactores eléctricos para mantener una temperatura favorable.
2. Restringir el acceso a las pantallas antes de acostarse
Controla el acceso de tu hijo a los dispositivos electrónicos antes de acostarse: el tiempo de pantalla antes de dormir interrumpe el ciclo natural de sueño y vigilia.
La luz azul contribuye a retrasar la hora de acostarse. Lo mejor es limitar el acceso a estos dispositivos al menos una hora antes de que el niño se acueste.
¿Y cuando estoy fuera de casa?
Acostar a los niños puede ser difícil en ciertas situaciones. Por ejemplo, cuando estás fuera de casa, de viaje, de noche con los amigos o incluso en el trabajo. Sin embargo, esto no debe disuadirle. Los avances tecnológicos hacen que la mayoría de estos dispositivos se puedan controlar en cualquier momento.
Tienen temporizadores de límite de pantalla que los apagan automáticamente a horas determinadas.
3. Mantener la habitación oscura
Mantenga la habitación a oscuras y prefiera utilizar lámparas de lectura junto a la cama en lugar de bombillas de diodos luminosos (LED) y fluorescentes. Las bombillas LED producen luz azul. La exposición a este tipo de luz por la noche mantendrá la actividad cerebral del niño durante más tiempo y su conciencia también.
Reduzca la exposición a las luces artificiales cambiando las lámparas de lectura nocturna por bombillas de color rojo.
4. Establezca una rutina de sueño única
Cada niño debe tener una rutina de sueño que se ajuste a su personalidad y estilo de vida. Esto significa que no hay una rutina de sueño única para todos. También puede variar con la edad del niño.
Por ejemplo, en el caso de los niños más pequeños, establezca de forma proactiva una hora de acostarse que tenga en cuenta sus horas de siesta durante el día. A continuación, seleccione la hora de acostarse con un intervalo de 4-5 horas después de la siesta diurna. Teniendo en cuenta su siesta diurna, puedes planificar de forma proactiva su rutina para ir a dormir. Esto hace que se cansen y se desmayen fácilmente.
Además, puedes establecer una rutina antes de acostarte que signifique que pronto se apagarán las luces. Actividades como preparar un baño, leer un cuento o jugar a un juego de baja actividad cerebral (como un rompecabezas) funcionarán bien para niños de todas las edades.
5. Considere la posibilidad de introducir algo de ruido de fondo/ruido blanco)
Los sonidos de ruido blanco ayudan a los niños a pasar de un sueño más ligero a una noche de sueño más profundo. Funciona para calmar a los niños de cualquier edad, especialmente a los más pequeños.
Mantener su actividad cerebral constante mientras duermen les ayuda en su capacidad de autocalmarse. Y lo que es más importante, el ruido blanco bloquea otros sonidos que podrían afectar al sueño de tu hijo.
Los sonidos del agua o de la lluvia son una nana natural perfecta para probar, pero echa un vistazo a otros tipos de ruido blanco que funcionan.
6. Evite la cafeína y las comidas pesadas antes de acostarse
Aunque la cafeína te da el impulso que necesitas por la mañana, es una droga y no es buena para los niños. Aumenta la presión sanguínea de los niños, lo que les hace menos conscientes de su cansancio. Evita dar a tu hijo bebidas con cafeína y azúcar 3 horas antes de que se acueste.vLas cosas azucaradas mantienen su cerebro activo.
Por otro lado, las comidas copiosas antes de la hora de la siesta pueden provocar reflujo ácido, indigestión y acidez. Opta por tentempiés más ligeros, frutas o un vaso de leche caliente.
7. No pongas horas de dormir más tarde, ponlas más temprano.
Acostarse tarde no supone que tu hijo se duerma más rápido. Acostar a los niños más temprano tiene grandes beneficios. Duermen más tiempo y se despiertan pocas veces. La hora de acostarse en general depende de la edad. Poner a los niños a dormir más allá de su ventana hace que su cuerpo produzca más cortisol y adrenalina que les priva del sueño.
¿Y los trastornos del sueño?
A veces, las actividades no relacionadas con el sueño pueden mantener a tu hijo despierto. Dolor físico como la dentición, apnea del sueño, o pueden tener trastornos del sueño. Asegúrese de consultar con el pediatra de su hijo para que le haga exámenes físicos y recabe información al respecto.
Los niños activos durante el día tienden a estar cansados por la noche. Necesitarán un descanso adecuado por la noche para recargar sus cuerpos para la actividad del día siguiente. Estar al aire libre durante el día estimula las hormonas que reducen el estrés y facilitan un mejor sueño por la noche.
Conecta con tu hijo, sobre todo si es mayor de edad, y averigua qué puede ser lo que le impide dormir.